viernes, 28 de abril de 2023

Años después...

 "El tiempo lo cura todo". Siempre oía esa frase cliché que te daba la esperanza de que todo iba a mejorar y que lo iba a entender cuando "pasara el tiempo". Pero no, no es tan así:

De qué ha servido el tiempo que ha pasado si sigo siendo el mismo ser, que ha mutado físicamente pero no ha cambiado en su escencia... y, claro, todos dirán que uno no debe cambiar jamás su escencia, pero de qué sirve mantener algo que jamás ha estado bien? Siempre supe que habían muchas cosas en mi que no estaban funcionando, que necesitaba sanar, necesitaba arreglarme por dentro para poder ser realmente quien yo creía que era. Busqué ayuda, tuve terapia, me empastillé, tuve una leve mejoría, pero pasaron los días y resultó ser que soy el mismo. El mismo tipo simpático, risueño y buena gente, pero que daña a todos los que lo rodean, que no sabe medir sus palabras, que está estancado en un estado mental que lo hace creer que mejora, pero nunca será así: siempre será el mismo, el que muchos conocieron y optaron por alejarse para no sufrir, para no rodearse de alguien que no suma nada y llega a ser un peso que nadie quiere tener.

Cuántas personas habré perdido en el camino? 10? 30? yo creo que más... qué será de todas esas personas que ya no forman parte de mi vida y ahora circulan felices y sin un lastre que los tenga "preocupados"? No tienen idea lo bien tomada que fue esa decision de alejarse, de no saber más de mi y de cortar ese vínculo poco sano que no hacía más que dañar a todos.

Siento que me volví indiferente, y no en ese plano de que no me importa lo que el resto siente, o lo que piensen. Me volví indiferente a quedarme solo, me volví indiferente a tener un día más de pena o de sentirme como la basura de persona que se que soy. Me volví indiferente a esa sonrisa que brota de mi cara, porque es una representación falsa de lo que siento. Llevo sintiendo un vacío enorme hace años, y no es que me haga falta algo o alguien para llenar ese vacío, simplemente es un espacio que quedó ahí, ignorado, como si fuese un terreno no fértil, como si fuese un pedazo de tierra que no sirve para nada y que, por mucho que se intente de mejorar, sigue siendo inútil.

A veces no entiendo qué sentido tiene seguir intentando ser mejor, porque en cada intento me doy cuenta que soy cada vez peor y termino dañando a más gente y aumentando esa lista de personas que viven y son felices lejos de mi presencia. Será ese el sentido de mi existencia? Eso de enseñarle a la gente que existe gente que es mejor no tener cerca para ahorrarse malos ratos, penas y cosas dañinas para el alma?

Espero que, si ese es el sentido de mi existencia, tenga un "cupo máximo" de personas a las que debo enseñar, y terminar de una vez por todas esta estrategia de mierda... esta existencia de mierda.

jueves, 4 de abril de 2013

Egoísta

Quizás pasen muchos años antes de que puedas leer esto y puedas responderme tantas preguntas que me aquejan desde hace un tiempo.

Dicen que cada uno escribe su historia, y que nada está escrito... ¿Sabes? Me da tanta vergüenza reconocer que no sé qué es lo que quiero, ni saber si lo que hago está bien, o es suficiente para ti; para que seas feliz y nada te falte. 

Quedan días para comenzar una vida nueva, en una ciudad muy lejos de donde mis brazos te pueden sostener,  donde mi boca pueda besar tus mejillas, donde mis ojos puedan cuidar tu sueño, y mis oídos escuchar tus "te quiero" que tan feliz me hacen. Y es ahí donde siento que estoy fallándote; alejándome de ti, de mi fuente de felicidad, de mi motivo para no parar y luchar contra todo y todos... ¿Crees que sea muy egoista mi decisión?

Es difícil, porque pasaré de estar a unas pocas cuadras a estar a miles de kilómetros. Me imagino tantas cosas, y se que me harás mucha falta allá, en esa ciudad fría, de cemento y humo... Si, me cuesta mucho partir.

Por favor, perdóname. Eres pequeña, y estás creciendo cada vez más y me voy a perder tantas cosas, tantas risas, tantas locuras, besos, abrazos, siestas, juegos, comidas, rabias, alegrías... Me invade la culpa de no saber manejar las cosas como debería, de no haber sido inteligente, de no haber jugado bien las cartas... No le tengo miedo al fracaso, pero no quiero fallarte más...

Me marcho, me voy lejos de la ciudad que nos ha visto crecer en edad y en amor. Pero, créeme Javiera, lo hago por ti, por nuestro futuro, porque no quiero que te falte nada; y yo no te faltaré. Te prometo que no te fallaré, que nos vamos a ver muy seguido, que lo pasaremos igual de bien, y mejor. Que vamos a viajar mucho, y vamos a conocer el mundo entero.

No sabes cuánto me ha costado decidir partir, y dejar muchas cosas atrás. Quizás las cosas, en este momento, están en último plano, porque lo que más me va a costar será no tenerte cerca. Quizás faltan algunos días para que deje la perla y me vaya a la capital, pero quiero que sepas que voy a estar siempre, que no habrá día en el que no hablemos solo para decirte "te quiero mucho" y que me respondas "te quiero mucho papá".

Hija mía, mi sonrisa chinita, mi gorda, mi todo...

Te amo, y te voy a extrañar mucho.

Tu papá.




jueves, 22 de septiembre de 2011

Bolsa


Está llena de miedos, de complejos, de penas.
Está zurcida con costras, pieles nuevas, heridas viejas.
Se ha roto con toneladas, kilos, y gramos.

Sus orejas están largas, arrugadas, sucias.
Muchas manos la tomaron, todas la dejaron caer.
Flotó con el viento, la pisaron los autos, la olvidaron.

Quizás ahora pesa su pasar por tantos lados, tantas manos, tantos vientos, tantas toneladas, tantos kilos, tantos gramos...

miércoles, 17 de agosto de 2011

Proceso


Vivimos.
Nacemos, crecemos, vivimos.
Morimos en vida, crecemos muriendo.
Amamos creyendo eternidad,
juramos no morir, ni dejar morir.
Olvidamos vivir.

Crecemos.
Se abren alas, puertas, ventanas.
Caminamos, saltamos, corremos.
Nunca pensamos en caer,
nos herimos con piedras en el piso.
El piso helado, la tierra húmeda,
el pasto seco y las piedras afiladas.
Las mismas piedras que miramos de reojo,
con miedo, pero oculto.
Oculto, como ese sentimiento cobarde,
con lágrimas disfrazadas de sudor.

Morimos.
Ya no respiramos, no miramos, no sentimos.
Dejamos huellas, pasos, cicatrices.
Ya no saltamos, no caminamos, no corremos;
volamos.
Ser polvo en suspensión, humedad en el mar.
Una letra en un discurso, un epitafio.
Una conclusión.

lunes, 24 de enero de 2011

Guitarra

Mi compañera: viaja a todas partes conmigo, compartimos horas y horas de intimidad musical, de desahogos, de creatividad, de frustración...

Mi historia con la música es más o menos larga, pero la relación que tengo con esa "morena curvilínea" es demasiado especial.

Me saca de todo, me lleva a cualquier parte, me desconecto de esa realidad que a veces me tira al piso.

Es como un desbloqueo emocional, es un transporte hacia mi, hacia mis raíces, hacia mi esencia...

Es un brazo más, un corazón más... es parte de mi.

Ensalada

Saber contar, no es lo mismo que saber sumar...

La vida me lo enseñó hace un tiempo: La gente que pasa por mi vida suma y suma, pero con los que he podido contar...
No, no es un reclamo, no es un reproche, no me quejo de tener poca gente cerca; es darme cuenta de que tengo gente hermosa, aunque los pueda contar con los dedos de mis manos.

Cuento conmigo, cuento con mis capacidades, con las ganas de hacer cosas; pero mi apoyo... mis razones están lejos de mis ojos, de mi tacto...

No me invade la pena, recordar y extrañar no son sinónimo de llorar y sufrir; es tener en la mente y en el corazón imágenes y momentos que te hacen sonreír y desear que al momento de volver, se debe volver con la misma sonrisa que las viviste.

Y mis manos se deslizan por esa madera firme con cuerdas, suenan acordes, se hacen melodías, y comienzo a entonar con poca confianza esa canción que tanto me gusta. Cierro los ojos y comienzo a cantar más fuerte, cada vez más... y, sin querer, una lágrima brota de mi ojo derecho, y luego sale otra del izquierdo... y recordé que sumé sin saber contar...

Me fui a lavar la cara y me acosté, pero sin antes beber el agua de ese vaso en mi velador. Vi una foto, sentí tan vivo ese instante, recuerdo los olores, el sabor de el almuerzo antes de partir y sacar esa foto, recuerdo con exactitud el camino que recorrí para llegar a ese lugar... Cuando finalmente volví en mi, conté 80 ovejas y mis ojos se cerraron...

Soñé, me desperté, puse los piés en el parqué frío, vi la hora...

Hice de mis días una cronología, hasta que aprendí a contar...

Conté historias, cuentos, vivencias, mentiras y verdades, hasta que la vida me contó un secreto que, después de un tiempo, se hizo realidad. Una realidad que ahora es mi responsabilidad, mi vida, mi razón de ser y no dejar de ser... La que cuenta conmigo sin, todavía, saber sumar

jueves, 6 de enero de 2011

yo?

¿cuándo fue? ¿cómo fue? no lo recuerdo... en realidad: no quiero recordarlo.

Una vez más, diálogos interminables conmigo mismo, dolores de estómago, noches de insomnio, pesadillas con los ojos abiertos, ojos que parecen cascadas...
Y ahí estaba yo, en el mismo lugar en el que estuve en mis primeros meses de vida... la misma calle, la misma casa, la misma gente (más vieja, otros que no están...), los mismos olores en el jardín, los mismos muebles en la sala. Y yo ahí...
Pensaba que jamás iba a llegar al punto de sacar cuentas... y, lamentablemente, las cuentas están todas con números rojos y signos negativos. ¿Cuándo fue? ¿Cómo fue?

Caminé mucho, mientras la música sonaba y me decía "I'm affraid to be alone... I'm affraid to come back home..." y así reflexionaba lo triste que era volver al lugar que me vio nacer y crecer con 20 años, y sin nada más que un montón de sueños y proyectos guardados en un baúl cerrado... perdí la llave, y si rompo la cerradura corro el riesgo de que todo lo que hay dentro se arruine. Un dilema que esquivé durante mucho tiempo y que ahora pesa, como si fuese una roca que crecía en mi mochila con el tiempo... ¿Cuándo fue? ¿Cómo fue?

Quizás tenga que pasar por muchas cosas más, caerme mil veces más, comer tierra, hacer cosas que no me gustan, dejar mis sueños, postergar mis proyectos para que en algún momento de mi vida ocurra lo que alguna vez tanto quise... porque si uno no tiene metas, ni sueños ni anhelos... entonces qué hace en la vida? qué hago yo? tenía sueños? anhelé algo? ¿Cuándo fue? ¿Cómo fue?